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jueves, 22 de julio de 2010

BREVE HOMICIDIO

Su voz melodiosa hizo que volteara a verle. Sin imaginar tanta belleza desplegada en un solo ser humano sonreí de la forma mas estúpida,
pero fue mi estupidez lo que lo cautivo y me llevo a cometer los pecados mas

atroces.







Comencé por amar su figura e idolatrarlo como a un dios.




Su esqueleto era la parte mas excitante de la habitación de fuego cada llamarada era imprescindible.




Pero amaba sus ojos debia conservarlos.




Sus manos aquellas con las que tantas veces me habia acariciado esas debían pagar por sus maldades.




Su pelo olia a limpio esa mañana, el como siempre tan pulcro, tan sobriamente pero elegantemente vestido para acabar desnudo y
chamuscado por el fuego de tanta pasión.










No obstante no deja de mirarme con esos ojazos celestes… No quiero que me mires mas!!!







Y acto seguido pulsó el botón para vaciar el contenido de aquel inodoro.





GABRIELA FIANDESIO (AYUEN)

jueves, 1 de julio de 2010

CAE LA NOCHE


Cae la noche en algun lugar del mundo te encuentro tan solo esta madrugada

te encuentro entre las sombras de esta habitacion

siento que puedo devolverle la sonrisa

a la mañana que llega entre copas vacias

donde quedaron las promesas por cumplir y

el deseo de amor eterno.

Quien tiene la llave de este destino incierto.

Se que conoces bien cada rincon de mi cuerpo

se que has contemplado mi horizonte en cada nuevo amanecer.

Hoy solo nos queda contemplar las estrellas

que el cielo nos regala a los dos.

Este es un sueño que no podemos dejar atrás

este es el sueño que tanto soñamos

nada queda en la penumbra todo sigue

su curso mejor.

La noche azul nos regala un cielo poblado

de plateadas estrellas que me guiñan sus ojos

para dejar atrás el contenido vacio de un corazon

extraño.

Quien pudiera recoger las estrellas para

prenderlas en nuestra habitacion.

Dejo de lado el temor y me abrazo a esta luna

que descendio para hacer de faro y guia de esta noche de amor

CALLA


Calla,
que silente se halla
la casa muda.
Con el placer de tu boca
no pronuncies palabra
Calla,
que el solsticio
lleva las penas
a las grutas eternas.
No llores,
calla...

Calla,
que ando distante
puedo herirte.
Calla,
látigos de lenguas;
espadas de palabras.

Calla,
no pronuncies esas letras
no formes oraciones
calla.

Calla,
por Dios
calla.
No digas mi nombre
no me ames.

Solo,
Calla.